Todos tenemos un lugar favorito en el mundo. Este es el mío.
Puedo visitar mil ciudades, que siempre volvería allí. París es MAGIA, en mayúsculas, y cada viaje ha sido todavía más mágico que el anterior. Allí todo es posible. Solo hay que cerrar los ojos, escuchar a Yann Tiersen, y soñar bajito.
La he visitado en varias ocasiones y aquí mis consejos sobre esta maravillosa ciudad:
¿Puede haber un barrio más especial? Podéis empezar la ruta por el famoso Moulin Rouge, que es una parada obligatoria en todas mis escapadas. Muy cerca se encuentra el Café des 2 Moulins, el famoso café de Ámelie donde parar a desayunar y sentirse un gnomo de jardín por un rato.
Seguimos y hacemos una parada en la plaza de los pintores, donde enamorarte del arte que respira la ciudad una vez más. Si queréis tomar una crep, por ahí cerca encontraréis la Crêperie Brocéliande, donde lo hacen buenísimos. Y para terminar, la Basílica del Sacré-Coeur para ver toda la ciudad (si puede ser al atardecer mejor).
Torre Eiffel y paseo por el Sena
La joya de la corona. No importa desde donde las veas, tiovivo, trocadero, avenida New York, puente de Jena… todas las vistas serán preciosas. Puedes reservar la entrada por la web oficial para ahorrarte colas (o por civitatis).
El paseo por el Sena es parada obligatoria también, hay muchísimos barcos y a muchas horas por lo que prácticamente siempre encontrarás disponibilidad.
Para ese día, os recomiendo visitar la Place de la Concorde, Museo del Louvre, La Madeleine Place, Galerías Lafayette, y como no, Notre Dame. Es un sitio tan mágico, os dejo aquí una instantánea de 2012, que es una de mis fotos favoritas.
Au revoir París, nos volveremos a ver pronto 🌙
