Siempre nos gusta hacer una escapada entre septiembre-octubre y este año tocaba Ámsterdam. Pintaba muy mal tiempo pero tuvimos muchísima suerte que apenas vimos la lluvia en los 4 días que estuvimos🌧️. M. ya tiene 18 meses y solo quiere suelo y caminar pero aun así nos ha dejado hacer bastante turismo.
Ámsterdam es una ciudad que invita a perderse entre calles estrechas, casas inclinadas y puentes iluminados.
En general, movernos por la ciudad ha sido muy fácil, ya que el transporte público funciona muy bien 🚋. Llegamos prácticamente de noche y dormimos en The Concert Hotel, bastante cerca del centro, justo al lado de la zona de museos y a un precio bastante asequible comparado con todos los demás hoteles.
Empezamos el día con un Free Tour por el centro para ir conociendo la ciudad. Quedamos en la plaza Dam, con el maravilloso palacio real a la espalda. Nos sabe a poco, ya que las paradas no son en lugares míticos, hace muchísimo frío y la peque está un poco revoltosa y nos enteramos de la mitad. Así que nada más acabar, nos vamos de compras para comprarnos ropa extra y una vez entrados en calor volvemos a visitar el centro con más calma.
Nos perdemos entre sus callejuelas, con parada obligatoria en el puente Staalmeestersbrug para hacer la foto icónica de los canales🌉. Paseamos por las grandes calles como Kalverstraat y Nieuwendijk llenas de tiendas y hacemos una pequeña parada para comer. No fue fácil encontrar sitio en los restaurantes, en el centro había poca cosa que no fuera cadenas (y encontrar algo ahí para la peque es más complicado) o estaban llenos.
Seguimos y visitamos la casa de Ana Frank desde fuera (si queréis entrar por dentro, tenéis que sacar las entradas con mucha anterioridad) y el barrio de Jordaan, que respira arte y música en cada esquina.
Crucero con Pancakes
Queríamos hacer un crucero por los canales y encontré por internet uno con pancakes ilimitados, así que reservamos para la tarde. Nos dirigimos al muelle Ms. van Riemsdijkweg, 33, para ir desde el centro hay ferris gratuitos que van de un lado a otro cada pocos minutos. (Pannenkoekenboot)🥞
La actividad está muy bien, peeeeeeero, en Civitatis pone que es español que por supuesto y que no, y puedes reservar allí directamente y te sale más barato que por Internet. Así que os recomiendo hacerlo allí directamente. La actividad está bien de precio pero cuidado con las bebidas que no están incluidas y una botella grande de agua vale nada más y menos que 8€! Los pancakes estaban buenísimos, eso sí. Dulces, con bacon, con todo tipo de chocolates y extras que ponerle… Y por si fuera poco, a última hora abren la parte de abajo del barco y es una piscina de bolas gigante. ¡Plan perfecto para peques! 🎊
Mercado de las flores
A la mañana siguiente, empieza a chispear así que cambiamos un poco el itinerario y vamos al Bloemenmarkt, al mercado de las flores 🌷. Podréis encontrar tulipanes de todos los colores y tipos, souvenirs económicos y bastantes restaurantes para comer.
Este día aprovechamos para hacer también un poco de turismo gastronómico, y es que sino probamos algunos platos típicos del país es como que el viaje te sabe a poco…
- Stroopwafels. Esta deliciosa galleta, compuesta por dos finas obleas rellenas de un caramelo pegajoso, es el dulce por excelencia en Ámsterdam. Lo encontrarás en muchos lugares pero no te pierdas el sitio por excelencia: Melly´s StroopWafel 📍
- Bitterballen: Las bitterballen son unas bolitas crujientes rellenas de una mezcla de carne y salsa bechamel. Van muy bien con mostaza, y nos recordaron mucho a las croquetas.
- Erwtensoep o Snert: Como buena amante de la sopas, tenía que probarla. Sopa espesa de guisantes y carne de cerdo que suele servirse con rodajas de pan de centeno. Es una opción perfecta para entrar en calor.
Y por supuesto, muchas patatas fritas y queso! 🧀
Barrio rojo con niños
El barrio rojo 🔴 es uno de los lugares más famosos y polémicos de Ámsterdam. Históricamente conocido por su vida nocturna y sus «locales para adultos», en los últimos años ha experimentado una transformación significativa. Hoy en día, el Barrio Rojo mantiene su atractivo turístico, pero la atmósfera ha cambiado mucho, y cada vez se parece más a otros barrios céntricos de la ciudad.
Si vas durante el día, que es cuando fuimos nosotros, realmente no notarás ninguna diferencia entre esas calles y las demás. De hecho, el área está en proceso de renovación y cada vez hay más restaurantes y hoteles, por lo que el tipo de visitantes también ha cambiado.
Zaanse schans
Por la tarde nos fuimos a Zaanse schans, para mí lo mejor del viaje. Zaanse Schans es un barrio del pueblo de Zaamam y uno de los principales reclamos turísticos. Hay muchas excursiones desde Ámsterdam pero nosotros fuimos por nuestra cuenta.
Cogimos un tren en la Estación Central (salen bastantes durante el día) y paramos en la estación Zaandijk Zaanse Schans, tardamos unos 20 minutos, y después al bajar de la estación ya verás unos carteles que te indican donde empezar el recorrido (unos 15 minutos andando). Además si haces esta opción, esos 15 minutos los harás cruzando cerca de una fábrica de chocolate que huele maravillosamente.
La entrada es gratuita, pero algunos molinos y museos tienen una pequeña tarifa de acceso. Además de los molinos, los paisajes, animales, pequeños puentecitos y tiendas de souvenirs en antiguas casas tradicionales hacen que todo sea increíble.
¡Abrigaros bien! 🌬️ Que hace muchísimo viento. Y si eres una amante del chocolate no te pierdas la CacaoLab (Blik op de Zaan), donde puedes observar el proceso de elaboración del chocolate y hacerte tu propio chocolate caliente.
Museos y Vondelpark
Toca volver a casa y nos hemos reservado la última mañana para la zona de museos y Vondelpark. 🖼️
Como no teníamos mucho tiempo, no pudimos ver ningún museo por dentro pero sí que paseamos por Museumplein, el barrio de los museos. Los más famosos son Rijksmuseum, El Museo Stedelijk de Arte Moderno, El Museo Moco y el Museo van Gogh. ¡Para la próxima visita no nos quedamos sin verlos!
Como dato curioso, ya no están las típicas letras de Iamsterdam en esa zona, las retiraron hacen unos años.
Después alquilamos unas bicis🚲 y nos fuimos directos a Vondelpark, las alquilamos en Amsterdamse Fietswinkel. Nos daba un poco de cosa por la peque y por qué no estamos acostumbrados a ir en bici, y aunque los primeros minutos por ciudad los pasamos regulinchi, llegar a Vondelpark y ir los 3 en bici fue divertidísimo. Vondelpark es el parque más grande de Ámsterdam, más de 470.000 m2, así que ir en bici fue un plus para verlo en poco tiempo y perdernos entre sus árboles gigantes y sus lagos.🌳
Y después de esta maravillosa experiencia, toca volver a Barcelona. Nos ha encantado Ámsterdam, seguro que volveremos en un futuro, más abrigados, eso sí.